sábado, 24 de noviembre de 2007

El peligro de las metáforas.

Temía intentar que le soltara la mano, por no despertarla, y con mucho cuidado se dio media vuelta hasta apoyarse en un costado para poder observarla mejor.
Volvió a imaginar que Teresa era un niño al que alguien había colocado en un cesto untado con pez y lo había mandado río abajo. ¡No se puede dejar que un cesto con un niño dentro navegue por un río embravecido! ¡Si la hija del faraón no hubiera rescatado de las olas el cesto del pequeño Moisés, no hubiera existido el Antiguo Testamento ni toda nuestra civilización! Hay tantos mitos que comienzan con alguien que salva un niño abandonado. ¡Si Pólibo no se hubiera hecho cargo del pequeño Edipo, Sófocles no hubiera escrito su más bella tragedia!
Tomás no se daba cuenta en aquella ocasión de que las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora. [...]

Las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en la memoria poética de un hombre. [...]

La memoria poética es la que registra aquello que nos ha conmovido, encantado, que ha hecho hermosa nuestra vida. [...]

Milan Kundera

domingo, 18 de noviembre de 2007

Eres responsable de tu rosa.

El zorro le enseñó al principito que "domesticar" es crear lazos. Le hiso comprender que cuando uno domestica a otro comienzan a sentir necesidad el uno del otro. El principito recordó a aquella rosa que había dejado abandonada en su planeta.
El zorro le explicó al principito que si el lo domesticaba el ruido de sus pasos será distinto a el ruido de otros pasos. Que el trigo no significa nada para el, pero que en caso de que lo domesticara, el trigo dorado seria una recuerdo de sus cabellos dorados. Y amará el ruido del viento en el trigo...
El zorro suplicó al principito que lo domesticara.
Cada día el principito se acerco un poco más al zorro. Y así lo domesticó.
Cuando se acercó la hora de la partida el zorro se lamentó y el principito le echo la culpa por haberle pedido ser domesticado. El zorro dijo que aun así no se arrepentía, aunque llorase y estuviese triste...ganaba. Ganaba por el color del trigo.

Antes de irse fue a ver a las rosas. Y se dio cuenta de que no se parecían en nada a su rosa porque nadie las había domesticado. Les dijo que eran bellas pero estaban vacías, que nadie podía morir por ellas. Su rosa era mas importante que todas ellas. Puesto que era ella la rosa que había regado. Puesto que era ella la rosa que había puesto bajo un globo. Puesto que era ella la rosa a la que había abrigado con un biombo. Puesto que era ella la rosa cuyas orugas mató. Puesto que era ella la rosa a la que escucho quejarse, alabarse, y algunas veces, callarse. Puesto que es ella su rosa.

No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. El tiempo que perdió por su rosa hace que su rosa sea importante.

Eres responsable de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

lunes, 12 de noviembre de 2007

Que loca la vida!

Que loca la vida.
Un dia estas aca. Y al otro dia te vas.
Sepensabalaloca que te preguntaba si querias o no!
Que va a ser de mis cronicas escolares???
De mis jueves nanidolo??????
De las belutakas, michelles, anaranjadas, romas, y demases...
Le vent nous portera...
pero a donde nos portera?
No me quiero porterar a ningun lado...
Menos ahora.
Pero como siempre digo:
uno no siempre puede hacer lo que quiere señores.


Je n'ai pas peur de la route
Faudrait voir, faut qu'on y goûte
Des méandres au creux des reins
Et tout ira bien là
Le vent nous portera

viernes, 9 de noviembre de 2007

Esta es la ciudad.
Gente que viene de todos lados,
Gente que va a ningún lugar.
Transeúntes de lo cotidiano.
Atraviesan calles grises,
Atraviesan parques tristes.
Tristes de soledad.
Es imposible saber lo que piensan.
Anhelo barato,
Pararlos un rato
Y preguntar.
Mirar en sus rostros,
Recuerdos de otros,
Sonreír quizás.
Saliendo del taper,
Turista de asombro.
Ganas al hombro,
Y echarse a andar.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Venta de propiedades

El amor es como un negocio inmobiliario.
Siempre tratamos de vendernos al mejor postor. Pero cuando la cosa no funciona como quisieramos, ya sea por la relacion bien-precio, falta de cartel, etc, recurrimos al último recurso: el alquiler. Una salida rápida que se disputa entre el no querer perder definitivamente la propiedad y el pretender un ingreso permanente. Hay algo bueno en los alquileres, y es que la inflacion y la escazes en el mercado aseguran que a la larga, los ingresos obtenidos habran superado ampliamente el precio de venta.
Hasta aca todo bastante bien... Pero ahora viene el inconveniente: ¿Qué pasa cuando el inquilino se va?
Quedan todos esos daños y roturas que son fruto de un conocido fenómeno: "El descuido de lo ajeno." Y ahi vuelta a arreglar todo (perdiendo lo ganado) para luego intentar conseguir un nuevo inquilino.
En conclusion es mejor vender aunque te paguen en 700 cuotas porque ya sabemos que "uno cuida lo que le es propio".
(Hay excepciones)