viernes, 16 de enero de 2009

Oh la la Paris IV




Oh si!
En los ultimos dias he atravesado cientos de puertas, tomado cientos de metros. He visto cientos de cuadros, esculturas, carteles de soldes, perros, locos que hablan solos y hombres con zapatos puntudos.
Hoy atravese una puerta excepcional. La puerta de la UNESCO.
Una puerta automatica que se abrio. Un guardia que se compadecio de mi. Una cinta de control de equipaje, un detector de metales y ya me encontraba adentro. En medio de una Ceremonia de apertura del Anio Internacional de la Astronomia. Que tengo yo que ver con la astronomia? Nada.

Lo mas genial de todo esto es que en el lugar en cuestion se encontraban solo embajadores, miembros de la UNESCO, representantes de universidades de todo el mundo, miemros de la NASA y cientificos. Todos invitados especialmente. Todos con credencial.
Quien sabe cual habra sido la razon para que el guardia no me echara a patadas ante mi intento de entromision...

Di un par de vueltas. No lo podia creer. Mientras tanto me hacia la que entendia de astronomia. Ponia cara de: "Claro el telescopio cuchitril 2500, toda una innovacion tecnologica" o "Tengo un monton de fotos como esas en casa".
Se me ocurrio buscar a algun compatriota. Pero con el reconocimiento de la "cara de argentino" no me iba a bastar, asique le pregunte a una chilena y a una espaniola... pero ninguna me sabia decir con exactitud donde se encontraba la delegacion de Argentina. Que incompetencia la nuestra... ni una foto, ni un folleto...


Senti necesidad de una pizca de complicidad. Asique volvi hasta donde estaba la chilena y le confese mi situacion ilegal. No podia creer como habia entrado sin credencial. Me informe gracias a ella sobre los metodos de avistaje de credencial en las puertas de las salas de conferencia. Me dijo que no controlaban. Entonces segui dano vueltas debatiendome entre entrar a alguna o no. Valdria la pena arriesgarme? Solo por una charla sobre la muerte de las estrellas? Mmm no lo creo. Saque un par de fotos. Evalue la posibilidad de meterme en un ascensor e ir hacia las oficinas. La descarte. No sabia hasta cuanto la seguridad era burlable.


Luego de un rato me fui. Creo que en realidad el problema estaba adentro de mi mente. No tener credencial me hacia sentir sin pertenencia. Me arrepenti de no haber simulado una perdida de credencial en ves de confesar mi negligencia ante la chilena y la espaniola...
Pero bueno... ya lo se para la proxima.
Voy a volver en los proximos dias. Pero esta vez legalmente.

Cuando caminaba por la vereda de en frente vi una parejita de turistas (el diminutivo va con menosprecio) que tambien se metieron a curiosear. Me quede parada esperando para ver si lograban entrar o no. Al siguiente minuto salieron con cara de "solo personal autorizado". Cuec.

martes, 6 de enero de 2009

La guerra de los intereses

La vida es una guerra de intereses. La mayoria de los actos humanos, casi todos (para guardar cierta esperanza), estan motivados por un interes. Es algo asi como un instinto, pero un poco mas especifico e individualista. Por ejemplo: el hombre camina porque le interesa llegar a algun lado. Corre porque le interesa llegar mas rapido. Trabaja porque le interesa ganar dinero. Se casa porque le interesa tener a alguien a su lado ( y demas intereses). Quiero creer que se hace un tiempo para las acciones desinteresadas. Pero mi experiencia me ha bastado para saber que algunas personas no logran concebir la idea de hacer algo sin recibir nada a cambio. Solo por solidaridad. No lo entienden.

Y asi, cada noche (o no todas) dormimos porque nos interesa poder, al otro dia, seguir persiguiendo nuestros intereses. Claro. Eso es lo que nos motiva. ( A excepcion de los desmotivados que, por lo general, se suicidan por desinteres o demasiado interes).

Simultaneamente, nuestros intereses se contraponen. Dos personas se aferran al picaporte de una puerta. Una de cada lado. Pero una quiere entrar y la otra quiere salir. Ambos empujan. Porque, a menos que la puerta tenga un cartelito que diga "tire", nuestro instinto es el de empujar. Y asi, absurdamente, ambos empujan en sentidos contrarios. Ninguno podra abrir la puerta. A menos que... uno de los dos ceda. Lo cual es dificil y raro.
Aunque en este caso, al abrirse la puerta, sin importar en que direccion, ambos podrian atravesarla. Es decir, que este es un caso afortunado. Pero, en otras ocasiones, uno de los intereses es satisfecho y el otro no.

Si hay que comprar helado y al sujeto A le gusta el de dulce de leche y al sujeto B, en cambio, le gusta el de menta granizada, sucedera que uno lograra su proposito y el otro no, a menos que, tengan el suficiente dinero para comprar dos helados, caso en el que no necesitaran compartir(otro fenomeno de alta complejidad); o pudieran pedir mitad de uno y mitad del otro, posibilidad altamente comprensiva que han sabido adoptar algunas industrias como la heladera y la pizzera, pero no asi otras como la televisiva, hasta el dia en que, desde una misma tv, se puedan mirar dos canales.

Sucede a veces tambien, que dos personas tengan un interes en comun. Lo cual puede evolucionar positivamente como por ejemplo, el caso en que dos personas posean el interes de tener hijos y, con la condicion de que sean un hombre y una mujer (y ahora en algunos paises no necesraiamente), lo logren.
Pero, tambien puede ser negativo. Este es el caso en el que dos amigos van a una fiesta con el interes de ver a una mujer, la cual es la misma en los dos casos. Esto puede desencadenar de diversas maneras. Puede que la chica se quede con alguno de los dos, caso en el que posiblemente se produzca una pelea entre los dos amigos. Puede que la chica no se encuentre interesada en ninguno de los dos, caso en el que ambos amigos se quedarian tecnicamente "de cara" y compartirian ese sentimiento que ahora, ademas de la amistad, los uniria. O puede que decidan compartir la chica ( porque compartir es un fenomeno complicado, pero cuando se trata de hombres todo se simplifica). Pero, aun asi, las mujeres somos honradas, por lo que la chica no aceptaria esto, y una vez mas nos remitiriamos al concepto de "quedar de cara" que ambos amigos compartirian.