miércoles, 18 de febrero de 2009

Ruperto y Virginio III

Ruperto: - Che Virginio, me parece que solucioné el temita...
Virginio: - ¿Cómo Ruperto?
Ruperto: - Agarré y puse todos los libros en la biblioteca vieja esa que tenia de chiquito. La verdad es que no esta nada mal... No se para que quería cambiarla...
Virginio: - Ui la verdad que no me acuerdo de cual biblioteca me estas hablando, pero mientras a vos te sirva me parece bien... Además sabés que estoy a favor del reciclaje para disminuir el consumo.
Ruperto: - Quizás le de una mano de pintura para que tenga un aire a renovada. La esencia esta bien... Lo único que me preocupa es que probablmente no entren todos los libros...
Virginio: - Ah si! Yo tengo la solución perfecta!!
Ruperto: - Mira que no pienso agregarle ningun estante ehh!
Virginio: - No! Ya se! Ya se! Anda presntando libros... Asi nunca te va a faltar lugar!!
Ruperto: - Que solución gererosa!

domingo, 8 de febrero de 2009

Oh la la Paris V

Salimos del cine y empezamos a caminar por Montparnasse. La conversación se dió lugar mediante un par de comentarios de su parte sobre la pelicula, las ideologías del Che y las revoluciones en America Latina. Por primera vez en mi vida no me intereso hablar de un tema como ese. Respiraba levedad. Las baldosas se acomodaban bajo mis pies y el viento soplaba ligeramente, lo necesario como para hacerte sentir vivo.

- Que hacemos ahora?

Cómo explicarle que cualquier cosa me daba lo mismo. Que lo único que quería era no volver nunca. Que el calendario era mi peor enemigo y que el Metro de noche me hacía llorar.
Las luces de Paris estaban geniales como todas las noches. Michael Bublé sonaba en mi reproductor musical mental y dejaba de sentir el frío del invierno parisino.

- Sí un café por favor. Gracias.

A veces el café me causaba esa sensación de placer que nubla la vista y te deja charlando con tus pensamientos sobre nada en especial. Dicen que las cosas buenas no duran. Y por eso, hasta ahora, nada me ha durado mucho tiempo... Y así vivo, por elección propia, de andén en andén. Bajandome de cada tren me he pasado todos estos años. Que en realidad no son tantos.