sábado, 8 de noviembre de 2008

Vaitiare

Mi jardín esta lleno de trébloes de cuatro hojas... Pero todavía no sé si convertirme en aquella señora carmesí. Aquella que en realidad es un champignon.
¿Acaso no debería darle a las flores, las extrellas, los corderos y los atardeceres la importancia que merecen?¿O un champignon tiene la misma importancia que una flor?

Mi jardín esta lleno de tréboles de cuatro hojas...
Pero solo junté uno. Sólo uno. Y lo puse a secar adentro de mi cuaderno. Estaba pensando pegarlo justo entre las poesías de Neruda. Justo donde escribí: "Quiero que hagas conmigo lo que la primavera hace con los cerezos".

Parece que ese principito tenía razón cuando dijo: "- Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira las estrellas. Se dice: Mi flor esta allí, en alguna parte...
Y si el cordero come la flor, para él es como si, bruscamente, todas las estrellas se apagaran.
Y esto, ¿No es importante?" (Antoine de Saint-Exupery, "Le Petit Prince")

Ese principito también me contó de un señor carmesí que jamás ha aspirado una flor. Jamás ha mirado una estrella y jamás ha querido a nadie. Todo el día se repite que es un hombre serio. Pero es un hongo.

Creo que se puede aspirar seriamente una flor, mirar seriamente una estrella y querer seriamente a alguien. Puede que eso no me convierta ni en una flor ni en un champignon. Sino en un cerezo. Todo un árbol. Y que lindo es ese árbol cuando forece en primavera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

lolo te extraño mucho
nani

seriecito dijo...

He llegado a tu blog, a través de la coincidencia en los libros favoritos, me gusta lo que escribes, seguiré visitándote.

Salu2

oyomepongoloco! dijo...

un groso es principito, un gigante...

me parece conocida esa foto, espero que en enero saques la misma y me la mandes.

besos dolores!

Leandro