viernes, 16 de septiembre de 2011

Es hora de ser una Nación sensata y responsable.

Se acercan las elecciones de 23 de octubre y los argentinos tenemos que decidir que queremos para nuestro país.

Estoy segura de que son muchos los que como yo no pertenecen a ningún partido y pienso que eso es algo de lo que podemos sacar provecho.
Tenemos la suerte de ser una República Federal Representativa, y por tanto, entre otras cosas, tenemos la libertad de elegir a nuestros representantes mediante el voto. Pero esto no es suficiente, porque, una vez que hemos votado, hay todo un engranaje democrático que debe seguir funcionando mucho mas allá de las elecciones.

La democracia no se trata de la aparición de un candidato ideal que al ser elegido por el pueblo podrá resolver todas las cuestiones. No hay fórmulas mágicas, partidos ideales y candidatos perfectos. Hay sobretodo instituciones. Y cuando se le da mas importancia a una persona que al conjunto de las instituciones, la democracia es burlada.

Uno de los fenómenos más preocupantes en la Argentina ha sido y es aún el gobierno de tipo personalista.
Desde hace tiempo el electorado argentino no suele votar a un ciudadano que le represente, sino a un ídolo.
La cuestión es que el lugar de Presidente ha dejado de ser el lugar de un representante de la Nación y a pasado a ser el trono de un personaje omnipotente que por contar con la mayoría de los votos cree que tiene la completa libertad de hacer lo que le parezca, de intervenir en las decisiones judiciales y de limitar al poder legislativo. Cree que la política argentina gira en torno a sí y cree que detenta un poder extremo e ilimitado.
Nada más equivocado.

En gran parte la responsabilidad es de los partidos políticos, que en Argentina se encuentran en su mayoría viciados y sin ideologías definidas. Detengámonos un momento en esto.

En nuestro país las elecciones suelen disputarse entre dos partidos principales: la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista. De modo que casi no existe oportunidad real para ningún otro partido o alianza política.
No existía otra opción en épocas del PAN, no había posibilidad de elegir en los períodos dictatoriales y aún hoy en democracia, la elección es acotada.

La UCR un partido formado desde su comienzo por grupos de diferentes ideologías y signado por escisiones internas desde la de Alem y Mitre, pasando por la de la UCRP y la UCRI, hasta la actual entre los Radicales que apoyan al Kirchnerismo y los que se oponen..

Por otra parte el Partido Justicialista que fue en sus comienzos el Partido Peronista pero que para obtener personería jurídica tuvo que renunciar al nombre de su líder, aunque aún en la actualidad sigan denominandonsé "Peronistas" cuya única ideología común es el Peronismo, es decir: Perón.

Ha quedado demostrado que votar incondicionalmente a un partido no es garantía de nada ya que la pertenencia a estos partidos no impide que cada candidato moldee su propia linea. Y es probablemente por eso que gran parte de los ciudadanos no se ven reflejados en ningún partido.

Estos son los partidos modernos que han engendrado a nuestros últimos presidentes, los cuales han protagonizado gobiernos de corte personalista, unos en mayor medida que otros.

Lo que necesitamos esta vez es un gobierno que fortalezca las instituciones, que permita el correcto funcionamiento de los poderes en su división. Un gobierno que no se centre en un individuo y su fotografía. Un gobierno que sea realmente (y no artificialmente) representativo.
- Necesitamos un Congreso que refleje las opiniones e intereses de todos los ciudadanos y que no sea presionado en su mayoría por el líder del oficialismo de turno. Un Congreso en el que sus miembros voten con libertad, sin presión, sin extorsión.
- Necesitamos una justicia que haga valer los derechos de todos los ciudadanos por igual. Una justicia que haga el bien sin mirar a quien. Una justicia independiente del oficialismo de turno. Una justicia que no se encuentre presionada a hacer la vista gorda frente a los casos de corrupción en los que se encuentran implicados integrantes del gobierno.
- Necesitamos un Jefe de Gabinete que cumpla con su función. Que no sea la mano derecha del Presidente, sino su inmediato supervisor.
- Necesitamos un Presidente que se preocupe por dos de los pilares más fundamentales de la sociedad como son la educación y la salud. Necesitamos educación y salud públicas, gratuitas y de calidad.
-Necesitamos un Presidente que le de a los jubilados lo que les corresponde. Que les devuelva lo que han aportado durante todas sus vidas.
-Necesitamos un Presidente que garantice la transparencia del manejo de los fondos y presupuesto. Un Presidente que no promueva ni permita el desvío de esos fondos.
Necesitamos un Presidente que nos diga la verdad. Que no nos oculte el hecho de que tengamos una inflación del 30%, y que también implemente las políticas necesarias para revertir esa situación.
- Necesitamos un Presidente que sepa ubicarse en el lugar que le corresponde. Un Presidente que no pretenda ser lo que no es, un Presidente que no sea tenido como Rey o Dios.

Pero por sobre todas las cosas necesitamos una Nación consciente de sus responsabilidades. Una Nación que haga respetar sus derechos. Una Nación con esperanza. Una Nación con pensamiento crítico. Una Nación que no se deje comprar. Una Nación que no se deje seducir.

Las soluciones mágicas no existen. Los Presidentes perfectos tampoco. Por eso a la hora de elegir a quien vaya a representarnos no nos mintamos a nosotros mismos. Sabemos que no existe UN candidato capaz por sí solo de resolver la totalidad de los problemas que tenemos como país. Por eso no nos confiemos en el que nos prometa más. No confiemos en el que nos convence mejor con sus palabras. No confiemos en el que salga mejor en la foto. No confiemos en el que se crea omnipotentemente.

Confiemos en el candidato/a que a nuestro parecer será capaz por sobre todas las cosas de garantizar el respeto de las instituciones. Porque solo con el óptimo funcionamiento de todas las instituciones lograremos resolver nuestros problemas.
Quizás tomará más de uno, dos, tres o cuatro mandatos. Quizás formaran parte de ese proceso Presidentes provenientes de diferentes partidos políticos. Lo que importa no es si son Peronistas, Radicales, Socialistas, Comunistas, etc. Lo que importa es que desempeñen un cargo que se encuentre en armonía con el correcto funcionamiento de nuestras instituciones.

El 23 de octubre así como en todas las siguientes instancias electivas, vamos a votar por este tipo de candidato/a. Vamos a exigirle un desempeño intachable. Vamos a denunciar sus errores. Vamos a juzgar sus delitos. Vamos a reconocer sus aciertos.

Vamos a ser todos sensatos. Vamos a abrir los ojos y dejar de defender ciegamente a un Presidente ya porque sea de nuestro partido, ya porque lo hayamos votado.

Nuestro apoyo tiene que tener esa condición. No podemos apoyar incondicionalmente a un candidato. La democracia es nuestra condición.

(Con esta reflexión no promuevo a ningún candidato en particular, ni ubico a ningún partido por encima de otros. Sólo pretendo que pensemos dos veces antes de votar y que tengamos cada uno la posibilidad de elegir sensatamente a un REPRESENTANTE y no a un líder. Estoy segura de que de eso forma las cosas pueden mejorar.)

sábado, 3 de septiembre de 2011

La piel que habitamos


Una vez más Almodóvar me cautiva de la manera más original.
Pedro tiene el don y, aunque muchos digan que esta gastado y repetitivo, sigo encontrando en su obra la inmensidad.
Un film de Almodóvar tiene un valor agregado, y este consiste en que no solo nos quedamos perplejos ante la pantalla sino que además, y lo que es mucho mas importante, los días siguientes a el film podemos seguir buceando en el océano.
Ver un film de Almodóvar es como ir a la playa y comenzar a adentrarse en el mar. Al día siguiente te encuentras mar adentro, muy adentro.

Pedro, además de ser un gran director, creador y de tener un gran sentido de la estética, logra captar en su obra el inconsciente colectivo de cada una de las que fueron sus actualidades desde los 70' hasta ahora y llevarlas a un extremo que no deja de ser realidad. Nos hace sorprendernos de lo que pensamos y de lo que somos capaces.
Pedro no crea solo polémica. Él nos da un empujoncito para que aceptemos el mundo en el que vivimos. Para que entendamos lo que creemos entender.

En esta última oportunidad Pedro Almódovar nos invita a meternos en otras pieles, lo que personalmente creo que siempre ha hecho ya que la empatía con sus personajes nos viene siempre naturalmente.
Estas pieles nos intrigan y asustan al mismo tiempo que nos hacen comprender que hoy en día existen y están por todos lados.
Si tengo que darle una palabra a este film la palabra sería "ACTUAL".
Con lo que quiero decir que al mostrarnos lo que parece ser una fantasía, terminamos viendo lo que es nuestra realidad.
Quizás el tema principal del film es la identidad. ¿Qué es lo que determina la misma? ¿Podemos cambiar de sexo, piel, forma, aspecto, voz y seguir siendo los mismos? ¿Podemos olvidarnos de quienes somos? ¿Podemos perdonar el mal que se nos ha hecho hasta tal punto de olvidarlo? ¿Podemos amar solo un cuerpo?
A medida que pasen los años ese tipo de preguntas van a empezar a tocar mas seguido nuestra puerta, y va a haber sido Pedro Almodóvar quien haya plantado una semilla de visión a futuro en nuestras mentes. Un futuro que ya es un hecho.

No voy a dar más detalles sobre lo que tienen que ver por ustedes mismos pero si voy a agregar un poco más de mi opinión, que es la de una persona que no sabe de cine pero sí de lo que el mismo le hace sentir.

Una película de Pedro es inmune a la mala crítica. No puede afirmarse con razón nada negativo de una pura obra de arte. Y menos puede negarse lo que sin duda ES.
Un crítico que denosta a Almodóvar o alguno de sus films no puede o no quiere aceptar la realidad en la que vive, o no quiere reconocer la necesidad de que Pedro siga mostrando y desentrañando para nosotros las más puras facetas de nuestra realidad, la mas cruda realidad de los seres humanos. Y todo esto con tal sentido de la estética que podríamos mirar sus films en mudo y seguir soñando.