sábado, 3 de marzo de 2012

Esperando a Dolores

Hace ya tiempo que ando dando vueltas buscando a la Dolores que
una vez escribió coloridas metáforas y algunas locas incoherencias divertidas.

La he buscado por todos lados. La he buscado muy lejos y aún no la encuentro.
Comencé a creer que la tal Dolores me llevaba algunos pasos de ventaja,
que ella había sabido emprender viaje tiempo antes que yo.
Y pisé el acelerador a fondo.
Sabiendo que en algún momento futuro la encontraría.

En el camino encontre muchas cosas, pero a esta chica nunca.
Creí estar muy cerca en varias oportunidades, pero me equivoqué.

Me resigné. Por mucho tiempo la olvidé.

Pero en el fondo, cuando me pongo a pensar sé que necesito encontrarla
y decirle que la quiero conmigo.
Decirle que necesito que me escriba. Que cuando escribe me libera.
La prosa de Dolores es la mas obscena masturbación.
Y aqui estoy yo cual niño pre-púber que te necesita pero no todo el tiempo.

Enfrentémoslo, no puedo tocarme constantemente.
He crecido, soy un jurista reconocido.
Mi mente se ha vuelto un despacho gris, lleno de libros... de leyes.
Y ahi no te encuentro, Dolores.
Sé que no vendrás a iluminar mi burocrática oficina
y que por lo tanto deberé buscarte en otro lugar.

Estarás cultivando tu huerta en Bolsón?
Estarás remando en el Lago Puelo?
Estarás durmiendo en un bosque de coihues?
En ese caso, Dolores, intentaré visitarte seguido, tanto como pueda.

Hoy te eché mucho de menos.
Escuché todo el día la música que escuchabas en esos días
en los que eras mas inconsciente.
Leí las frases que escribías en esas épocas
en las que los sueños te parecían imposibles de realizar.
Y te encontré.
Te encontré en esos años Dolores.
Esos años en los que tu inocencia me deslumbraba.
Espero poderte visitar